Hacer un proyecto sobre"el miedo" como emoción, es una muy buena escusa para que los niños aprendan a "airearlos" y darles luz. Permitirá aprender qué miedos son los que tenemos y son útiles y los que no lo son y hemos de aprender a superar.
El Fantasma Come-miedos debe aparecer un día en la clase (mejor, misteriosamente). Explicaremos que a este fantasma le encanta comerse los miedos de todos los niños y niñas.
- Cómo se los come: Primero pensamos tranquilamente en qué cosas nos dan miedo y se lo contamos a los compañeros y compañeras. Hablamos de las cosas que "deben dar miedo" como meter los dedos en el enchufe, para demostrar que, en estos casos, el miedo sirve para algo, pero cuando le tenemos miedo a cosas que no son reales, nos hace daño. Esos son los miedos que se come el fantasma porque no los necesitamos.
- Después Escribimos/ hacemos un dibujo sobre ello y finalmente le regalamos nuestros miedo al fantasma que se los lleva para comérselo... descubrimos entonces que, después de regalar los miedos nos sentimos mejor y no nos asustan tanto.
Es muy fácil. Sólo se necesita papel continuo, folios (pueden ser de colores) y
lápices. En el papel continuo hacemos el dibujo de uno o dos fantasmas,
dependiendo del número de niños.
Ponerle una boca de cartulina negra y también los ojos. Con un cutter corta la pestaña, a modo de buzón . Poner, por detrás, dos folios A3, uno bajo otro haciendo un enorme sobre. Luego pegar la pestaña con tesafilm al sobre para que sea fácil de meter los papeles.