Decía el premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov: "Quien no haya visto nunca una naranja, no pedirá una naranja. Nuestra tarea es dar a conocer la naranja y despertar el deseo". Lo mismo ocurre con el teatro: Introducir el teatro como parte de las asignaturas obligatorias en la educación actual sería una buena manera de potenciar el desarrollo emocional e instintivo de los niños
Los beneficios están claros; pero, ¿cuándo hay que introducir el teatro en la educación del alumno? "Siempre es recomendable. En algunas edades se puede trabajar des de un enfoque más psicomotriz y en otras des de la técnica propia de la disciplina, pero el teatro siempre es recomendable", explica Castillo, y añade: "Es una actividad inherente al ser humano".
El trabajar el Teatro en el aula ofrece un gran número de ventajas a los alumnos. Entre ellas, destacan:
  1. Potencia las relaciones personales entre compañeros y con los adultos y favorece la integración.
  2. Permite desarrollar las diferentes formas de expresión, desde el lenguaje hasta el movimiento corporal o la música.
  3. El teatro estimula el placer por la lectura, el vocabulario y la expresión oral,
  4. Mejora la habilidad comunicativa.
  5. Al perder el miedo a hablar en público, el teatro fomenta la confianza en uno mismo y ayuda a los más tímidos a superar sus miedos.
  6. Al tener que representar roles y personajes, el teatro es una buena herramienta para que el niño pueda mostrar sus sentimientos y al ponerse en la piel de diversos personajes, enseña a los niños a ponerse en el lugar de otros ya que pueden experimentar lo que se siente en situaciones que quizá no podrían haber vivenciado de otra forma.
  7. Es una buena opción para trabajar la atención. Es una buena actividad para ello porque el alumno deberá esperar a su turno para intervenir en el momento correcto.
  8. El estudio de los guiones teatrales ayuda a mejorar algún tipo de memoria.
  9. El teatro permite adquirir una serie de competencias emocionales, imprescindibles en la cooperación.